lunes, 24 de octubre de 2011

Supongamos que cada mañana al levantarte te encuentras 1.440 euros. Sin hacer nada para ganarlos. Sin esfuerzo alguno. Puedes regalarlos, gastarlos, divertirte con ellos o quemarlos. La única condición es que los que no uses, al final del día desaparecerán. Así funciona la vida. La diferencia es que lo que te encuentras cada día no son 1.440 euros. Si no 1.440 minutos. Piensa bien qué vas a hacer con ellos. Los que no uses, se perderán.
-¿Sabes qué? Jamás me olvidará.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo sé, porque lo que ha sentido conmigo no lo va a volver a sentir, porque lo que pasaba cuando me besaba el cuello no le va a pasar de nuevo, porque todo lo que ha vivido conmigo no lo va a vivir con nadie, porque nadie le va a besar como yo lo he hecho y lo más importante porque jamás sentirá por alguien lo que ha sentido por mí cuando me tenía entre sus brazos. Porque nunca, y repito, nunca, habrá nadie que le quiera como le he querido y le quiero yo.
-¿Y cómo estás tan segura de todo eso?
-Porque lo sé, porque nadie será capaz de darle todo lo que yo le he dado, nadie será capaz de darle ni siquiera algo parecido.

domingo, 23 de octubre de 2011

''No me imagino sin sus ganas de estar conmigo, ni sin su sonrisa. Me gusta que cuando estamos juntos el tiempo pase rapido pero que después no pueda olvidar cada segundo. ¿Sabes? Me gusta porque hace las cosas fáciles. Me encanta hablar con el y saberlo todo, es de las pocas personas que me aguantan y me entienden, y eso me importa mucho, pero lo que mas me gusta es la forma en la que me coje como si se fuera a acabar el mundo.''

sábado, 22 de octubre de 2011

Porque este es nuestro juego, peligroso, atrayente y, sobre todo, único. ¿Quién depende de quién? Nadie habló de dependencias. Nunca. Ambos veníamos de mundos de hipérboles y convencionalismos. De jugar sin ganas. Buscamos en nuestra obviedad desesperada la estabilidad, y la buscamos en la cuerda floja. Estúpido, por supuesto; pero, ¿y qué no lo es? Lo reconozco, fui yo quien necesitaba acción, quien sacó el tablero. Pero siempre con tus reglas. Este es un juego especial, solo se puede jugar a solas y a oscuras. Así son las cosas. Pero, ¿qué mas necesito? En la cárcel tomo miel, los puentes y las ocas me retrasan, todo es al revés, tú mandas pero yo manejo, todo va rápido, acción, velocidad, color, risa, puta droga... Los dados llegan al 12, todo da vueltas cuando empiezo a jugar, lo olvidaré todo: lo malo, y lo bueno. Pero es todo tan perfecto. Tú tienes diez fichas y yo tengo dos. Cada dos casillas, caemos en la de sonrisas, y cada tres, en la de discusiones. Y la meta... la meta aún esta por ver.
Mantén los pies en el suelo, no a tres metros sobre el cielo... cuanto más arriba se sube, más daño se hace al caer.
''Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, arrástrate, pero continúa avanzando.''
(Martin Luther King)
- Quería ver cuánto tiempo eras capaz de esperarme...
- Si tenías que llegar un día, te habría esperado toda la vida.
''Pensar demasiado en algo puede llegar a estropearlo''
Dicen que enamorarse es un autoreflejo, como tener miedo.Yo nunca tube miedo, no me asustaban los fantasmas, ni los monstruos, ni la oscuridad, podía mirar debajo de la cama segura de que no habían esqueletos, ni vampiros, ni el famoso hombre del saco. Así, hasta hoy; segura de que puedo coger una magnum y avanzar por un callejon vaciando el cargador, porque no es eso lo que me da miedo, lo que realmente asusta es decir que sí a algo que no podre cambiar mañana, pensar en un sofa para toda la vida y un crédito hipotecario, en una declaracion conjunta o en un.. ''esta tarde tenemos que hablar'', buscar colegios y canguros, y pensar en un hogar para vivir cuando ya no tengamos pulso para sostener la magnum. Y de pronto todo ese miedo se empieza a disfrutar como un looping de una montaña rusa y eso es la felicidad.
Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrara pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano. Asi que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderiamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogur, pueda conservarse para siempre.
''Yo solo iría contigo al aeropuerto para coger un avión, y viajar a una isla desierta, y comernos a besos hasta que me olvide de que dia es y me vuelva loca de tanto quererte''

martes, 18 de octubre de 2011

''Nunca bajes la cabeza, tu corona podría caerse''

viernes, 23 de septiembre de 2011